miércoles, 28 de marzo de 2012

Los estudiantes que trabajan y su rendimiento escolar
  • Resumen:
    • El Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias de 2003 revela que el trabajo del estudiante merma más su rendimiento escolar en unos países que en otros. Es probable que las diferencias se deban a las circunstancias nacionales en cuanto a necesidades y posibilidades de trabajo. Los autores, basándose en una encuesta estadounidense de 2004, confirman que el trabajo influye en el rendimiento en matemáticas: trabajar hasta diez horas por semana tiene consecuencias positivas ligeras, mientras que hacerlo de veinte horas en adelante tiene un efecto negativo considerable. Después someten a prueba la posible endogeneidad de la decisión de trabajar.

En desventaja los estudiantes que trabajan,
en relación con los que no tienen necesidad de hacerlo

El mundo del empleo y del estudio son dos
ámbitos diferentes, y pese a que están
interconectados, la imagen que el estudiante
tiene sobre el entorno laboral depende en mucho
de la carrera elegida y de su demanda en
la sociedad.
Lo ideal según la maestra María Luisa
Chavoya, investigadora del Departamento de
Estudios de Educación de la Universidad de
Guadalajara sería que debiera considerarse un
derecho poder estudiar el ciclo de la enseñanza
media superior de tiempo completo, como
ocurre con las primarias y secundarias sin embargo,
dijo "las condiciones económicas que
vive el país no lo permiten y obligan prácticamente
a los estudiantes a incorporarse al sector
productivo para solventar los costos de su
educación".
Apreció la investigadora que el censo de
estudiantes universitarios en México es bajo en
comparación con el que se registran en los grados
elementales y medios. Pese a ello, no es un
impedimento para que los jóvenes aspiren a
cursar una profesión, conseguir un empleo digno
y a una mejor calidad de vida.
"La distinción entre los estudiantes que trabajan
y los que no, la hacen ellos mismos y ésta
consiste en si pueden o no brincar la barrera
que constituyen los criterios de acreditación en
las escuelas. Porque todos los estudiantes son
iguales y no se puede distinguir entre quienes
trabajan o no. Así pues, la repercusión acadé-
mica que confronten los estudiantes empleados
dependerá del tipo de carrera en que se
encuentren inscritos y del ámbito laboral en la
que se desempeñen".
Cuestionada respecto a los datos que el
Centro de Estudios de Opinión, de la UdG proporcion
ó en referencia a la situación que priva
entre los estudiantes que trabajan, que alcanza
un porcentaje cercano a 44 por ciento, la investigadora
opinó que éste constituye un indicador
del bienestar del país, lo que implica que
"sufrimos de escaso crecimiento social y por esto
el joven debe repartir toda su energía entre el
trabajo y la escuela".
Con relación a la importancia de que los
jóvenes estudiantes se involucren en el campo
elegido, destacó que no siempre el trabajo que
desempeñan corresponde a su perfil profesional,
sino que éste funge "solamente como tabla
de salvación para allegarse recursos económicos
y sostener sus estudios profesionales".
Lo deseable sería, que los trabajos en realidad
sí tuvieran una vinculación directa con la
práctica profesional, y ésta se consolidara a fin
de ofrecer ventajas al estudiante; de ahí las reformas
y replanteamientos a los planes de estudio
en las carreras universitarias que pretenden
apoyar a la población estudiantil.
Dijo que no hay evidencias suficientes para establecer
que el estudiante dedicado de tiempo
completo goce de mejor calidad académica,
pero sí que quienes trabajan se comprometen
más con sus estudios, por ser ellos los que invierten
en su educación.
Si verdaderamente se quiere una educación
de calidad, es menester dedicarle tiempo completo,
por lo que deberán de hacerse las reformas
necesarias para que así acontezca, ya que
los estudiantes que trabajan se encuentran en
desventaja frente a los que no tienen necesidad
de trabajar".




martes, 27 de marzo de 2012



Número de universitarios que trabajan y estudian al mismo tiempo crece en más de un 50%

En los últimos años, algunos planteles han visto un aumento explosivo en el número de estudiantes que buscan empleos de medio tiempo, impulsados por la necesidad de pagar sus estudios o por la aspiración de ser independientes. Diversos estudios están demostrando que el rendimiento académico de estos alumnos incluso aumenta y ganan experiencia importante para su futuro.

Muchos padres y alumnos creen que estudiar y trabajar es una carga demasiado grande para la época universitaria. Que no son actividades compatibles. O que si un universitario busca un trabajo de medio tiempo, es probable que baje sus notas.
Sin embargo, la incorporación de estudiantes de escasos recursos a la educación superior (el 49% de los seleccionados en 2008 provienen de familias con ingresos menores a $ 270 mil mensuales) y la mayor necesidad de independencia económica de los jóvenes, ha ido cambiando esta mirada.
Los planteles han volcado sus bolsas de trabajo para egresados hacia los estudiantes y éstos han mostrado un interés explosivo por encontrar un empleo de medio tiempo: en la Universidad de Las Américas, por ejemplo, institución que tiene un alto porcentaje de estudiantes de bajos ingresos, el número de jóvenes que trabajan creció de 4 mil en 2006 a 6.400 en 2007. Este año, ya tienen 4.200 inscritos y el 60% estudia en jornada diurna.
Algo similar ha sucedido en universidades como la De Concepción, cuya bolsa de trabajo partió en 2005 con algo más de 100 estudiantes y hoy registra 856 inscritos. La Universidad Católica de Valparaíso, en tanto, pasó de 400 a 3 mil estudiantes con trabajo de medio tiempo en un par de años y, en la Universidad Católica de Santiago, este tipo de alumnos creció en un 50% en el mismo período.

MAS RENDIMIENTO
La mayoría son jóvenes que buscan empleos de medio tiempo que no interrumpan su jornada académica. Es decir, trabajan en momentos que antes utilizaban para ver televisión, compartir con amigos o ir al cine.
Los efectos de trabajar y estudiar han sido analizados largamente por los investigadores norteamericanos, ya que en Estados Unidos ésta es una situación común. Y la mayoría de los estudios coincide en que tener un empleo de medio tiempo no perjudica el rendimiento académico.
En algunos casos, incluso, puede ayudar a mejorar las calificaciones. Algo que experimentaron en la Universidad de las Américas. Según un sondeo realizado por el plantel, los jóvenes que practican ambas labores tienen un rendimiento superior que quienes sólo estudian.
"Fue una sorpresa para nosotros. Esto nos entusiasma aún más ampliar nuestras plazas de trabajo", cuenta Sergio Recabarren, vicerrector de Estudiantes Egresados de la Universidad de las Américas.
Eso sí, las investigaciones establecen un límite para el trabajo entre los universitarios. Porque, a medida que aumentan las horas dedicadas al empleo, las consecuencias son negativas. Los investigadores han estimado que un trabajo de hasta 15 horas a la semana es beneficioso.
Según datos del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, publicados en 2001, el 80% de los estudiantes que trabajaba pocas horas no reportó cambios en las calificaciones.
Sin embargo, otro estudio norteamericano, publicado en mayo de 2008, asegura que trabajar 30 horas a la semana baja el rendimiento en una nota, lo que en el sistema norteamericano significa pasar, por ejemplo, de una A- a una B+.
Según los encargados de las bolsas de trabajo universitarias, los estudiantes que compatibilizan ambas actividades están mejor preparados para el mercado.
Esto porque, cuando salen, conocen el mundo laboral más de cerca y tienen experiencia en habilidades como el trabajo en equipo, el cumplimiento de metas y la responsabilidad.enfermedades-2012.blogspot.com